EL
COJO Y EL CIEGO
A la orilla de un río se veía muy preocupado a un cojo y un ciego. Lo
que pasaba era que debían cruzar ese río y sus limitaciones personales se lo
impedían.
En esa situación tan difícil, el cojo le dijo al a ciego:
-
Por aquí se podría cruzar.
Este paso nos lo permite. Claro que yo no podré hacerlo porque tengo sólo una
pierna hábil.
El ciego agregó:
-
Yo sí podría hacerlo. Pero,
como no puedo ver, tengo miedo de resbalarme y caer. ¿Qué podemos hacer?
Reaccionando, el cojo dijo con alegría:
-
¡Tengo una magnifica idea!
Juntémonos. Tus piernas serán nuestro apoyo i mis ojos nuestra guía. De esta
forma, ayudándonos, cruzaremos el río.
-
Y tal como lo acordaron lo
hicieron. El cojo se subió a los hombros del ciego. Y por ese vado avanzaron
hasta llegar a la otra orilla. Así,
sanos y alegres, llegaron a su destino sin novedad.
‘Un individuo puede hacer grandes cosas,
pero dos pueden hacer maravillas ‘.
El trabajo esta excelente bien para los niños en su aprendizaje
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